domingo, 20 de diciembre de 2009

EL SUEÑO

Anoche soñé que me mis brazos y mis piernas ya no estaban pegados a mi cuerpo. No sé si se habían desprendido sólos o alguien me los había arrancado o cortado. No sentía dolor y de alguna de esas extrañas maneras en las que ocurren las cosas en los sueños fui capaz de coserme todo de vuelta yo sola. Cuando terminé encendí un cigarrillo, fue entonces cuando me di cuenta de que me faltaba el dedo corazón de la mano derecha. Me detuve a mirar la herida, que ni sangraba ni dolía, y deduje, como un CSI de andar por casa, que había sido arrancado. Lo busqué pero sin mucha eperanza y no lo encontré, asi que me limite a sostener el cigarro entre el indice y el pulgar.

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